INDICE TEMATICO
- INTRODUCCIÓN
- GALERÍA Y SALA DE LAS HUELLAS
- SALA CARTÓN Y SALA DE LAS PINTURAS
- SALA DE LA FUENTE
- SALA KEIMADA Y GALERÍA DEL CHIPICHONDO
- GALERÍA DE LOS GRABADOS Y GALERÍA MACARRONI
- VÍA SECA
- CUEVA DE SAN TIRSO Y SAN BERNABÉ
- CUEVA DE KAITE
- CUBÍA
- VILLALLANA
INTRODUCCION
La importancia arqueológica del karst de Ojo Guareña, declarado Monumento Histórico Artístico desde 1970, viene dada por el completo registro del complejo, que presenta una secuencia cultural que va desde el Paleolítico Medio a la Edad Media, en donde predominan las culturas de la Prehistoria reciente.
El yacimiento más antiguo se localiza en la Cueva de Prado Vargas, en la que en 1968 se descubrieron los restos craneales de un Ursus spelaeus y, en 1986, T. de Torres efectuó una excavación en la que apareció industria musteriense y fauna típica del Pleistoceno superior, con una cronología de hace unos 70.000 años.
Entre la gran variedad de evidencias detectadas se encuentran zonas de hábitat, localizadas en los portalones de las cuevas como Kaite, Cubía o Palomera, en donde la excavación de Soledad Corchón puso de manifiesto un amplio registro estratigráfico de la Edad del Bronce, alcanzando una cota de 4,70 m de profundidad.
Algunos hallazgos se localizan a distancias superiores al kilómetro desde sus respectivas entradas, observándose una especial predilección por galerías elevadas, a menudo de difícil acceso. En algunos casos se trata de evidencias de antiguas incursiones en la cavidad: Galerías y Sala de las Huellas, Vía Seca; en otros de inhumaciones en lugares recónditos: Balcón de la Galería Principal, Kaite II, Covaneria, Cubía, Cueva del Oro, Cueva de las Llanas III, existiendo también hallazgos de difícil adscripción, como el del Nuevo Paso.
Destacan especialmente las estaciones de arte rupestre: Sala de las Pinturas, Sala Cartón, Sala de la Fuente, Sala Keimada, Galería del Chipichondo, Galería de los Grabados, Galería Macarroni y Gran Diagonal, todas ellas en Cueva Palomera, así como en la Cueva de Kaite, Cubía, Cueva la Mina y Cueva de San Bernabé. No incluimos entre éstas a aquellos otros lugares que tan sólo presentan marcas de tizonazos, otros siete yacimientos de Cueva Palomera.
Esta región que se caracteriza por las poblaciones de cavernas, presenta marginalmente la presencia del fenómeno megalítico en el dolmen, destruido en 1957, del término del Murucal de la Serna de Villamartín de Sotoscueva, que proporcionó restos humanos, industria microlítica y cuentas de collar.
También se han localizado abundantes e importantes restos metalúrgicos, de entre los que destaca el hallazgo de un hacha arcaica en las Galerías Altas de Palomera, un punzón de bronce de tipo "brújula" de finales del Bronce Inicial, localizado en la Galería del Nuevo Paso, y el depósito "escondido" de hachas con talón y anillas, correspondiente al Bronce Final, procedente de la cuesta del Pico Cuerno, situado en el lateral occidental del valle del Guareña.
De la Edad del Hierro se registran dos posibles castros, uno en el alto de La Mesa, entre Cornejo y Villamartín de Sotoscueva y el otro en el Poblado del Montecillo, en Peña Dulla, término de Quintanilla de Valdebodres.
La romanización trajo consigo una importante red viaria, documentando en el Valle de Sotoscueva el paso de la vía Flaviobriga-Pisoraca (Bilbao-Herrera de Pisuerga). En época bajoimperial se detecta una reocupación de los hábitats en cuevas, en donde se han recuperado restos de producciones cerámicas de Terra Sigillata Hispánica Tardía, principalmente en los portalones de Kaite y la Cueva de Gayangos.
De época Altomedieval data la consolidación de los núcleos de población reagrupándolos en merindades. En algunos casos quedan muestras de ocupación en las entradas de las cuevas, entre las que destaca el Grupo de San Bernabé de Cueva de Sotoscueva. De estos hábitats hemos recuperado numerosos fragmentos de cerámicas pintadas de repoblación y se han detectados numerosos silos excavados en la arcilla de las galerías subterráneas, resaltando la Cueva del Moro, la inferior a ésta, y el conjunto de la Ermita de San Tirso y San Bernabé, estando todas ellas interrelacionadas y agrupadas en un mismo contexto.
GALERÍA Y SALA DE LAS HUELLAS
Uno de los hallazgos más singulares de Ojo Guareña, realizado en 1969, lo constituyen las Galerías y Sala de las Huellas, que muestran un recorrido de ida y vuelta de unos 400 m, único en España y excepcional en Europa. Estas galerías situadas en los niveles altos del complejo, a las que actualmente se accede desde Cueva Palomera, contaron con un acceso desde la Cueva de San Bernabé, o en sus inmediaciones. La datación de un fragmento de madera carbonizada existente en una galería próxima proporcionó una datación por C-14 de 15.600 ± 230 B.P. En la actualidad, nuevas dataciones están a la espera de un estudio definitivo.
Artículo: El descubrimiento de las huellas prehistóricas, Ojo Guareña. ( 83 Kb)
SALA CARTÓN Y SALA DE LAS PINTURAS
Entre los santuarios de arte rupestre de Ojo Guareña destaca la Sala de las Pinturas, situada a unos 300 m de la entrada de Cueva Palomera y descubierta en 1968, que recientemente ha sido datado por el equipo de Soledad Corchón, de la Universidad de Salamanca, en torno a 11.000 años B.P. El conjunto de pinturas se localiza en el ábside de la sala y está compuesto por 50 triángulos, 38 de ellos rellenos con tinta plana; 28 representaciones zoomorfas (11 completas) correspondientes a cuatro cérvidos, tres équidos, ocho cápridos, cuatro bóvidos, un proboscídeo, un posible carnívoro y 6 antropomorfos, de los que destacan dos figuras rayadas y una pequeña representación esquemática con cabeza triangular. El conjunto se completa con numerosos trazos aislados y abundantes grabados, que aparecen también en las pequeñas laterales existentes. A priori, no descartamos la existencia de arte paleolítico en algún otro santuario del complejo.
Se conoce como Sala Cartón a la antesala de la Sala de las Pinturas, en sus paredes se localizan innumerables grabados del tipo "macarroni", así como otros realizados con palos, restos de tizonazos y pisadas humanas y restos de antorchas en una galería elevada.
Artículo: El descubrimiento de la galería de las pinturas, Ojo Guareña. ( 294 Kb)
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Agrupación del ábside
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Agrupación derecha del ábside
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Caballo naturalista
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Cierva contorneado
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Proboscidio
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SALA DE LA FUENTE
En la Sala de la Fuente, galería superior stuada a 360 m al E de Cueva Palomera, se localiza otra importante estación de arte rupestre. Esta sala está compuesta por el sector inferior, en donde se observa una concentración de grabados de trazo fino e inciso, entre los que predominan los zigzags y el sector superior que se corresponde con un importante santuario de arte postpaleolítico, en proceso de estudio en la actualidad por el equipo codirigido por J. A. Gómez Barrera y A. I. Ortega Martínez y que cuenta con dos dataciones calibradas de C-14 en torno a 4.300 B.P. y una tercera en torno a 5.600 B.P.
Se observa una distribución espacial por temas, apareciendo en el primer tercio simples tizonazos concentrados en las aristas. El segundo tercio se caracteriza por grabados de trazo fino y representaciones figuradas esquemáticas asociadas, con una posible escena de caza, panel con antropomorfo que sujeta por la cola a un ciervo de gran cornamenta y cuerpo raspado similar a los de Kaite II, junto a zigzags, círculos inscritos, líneas paralelas o trazos aislados. El último tercio se caracteriza por la gran profusión de grabados, en donde predomina un complejo zigzag, dispuesto en el centro de la bóveda, delimitado por otros zigzags, emparrillados, trazos aislados, un posible "ídolo" y una figura antropomorfa con zigzag similar a los antropomorfos de la Sala de las Pinturas. Al final de la galería aparecen elementos aislados entre los que destacan una "cabaña" o "vulva", con trazos interiores, y la cabeza de un gran ciervo aprovechando el relieve natural de la roca y marcando los candiles de las astas a través de trazos discontinuos. El suelo de la galería presenta un aterrazamiento artificial y varios silos localizados en los bordes, característica común en los santuarios con arte rupestre del Complejo.
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SALA KEIMADA Y GALERÍA DEL CHIPICHONDO
La Sala Keimada, situada al N de la Sala Edelweiss, a 300 m de la entrada de Palomera, presenta un gran panel con grabados tipo "macarroni" en el techo del laminador de acceso, y un panel principal con pinturas, compuesto por dos triángulos contorneados en negro y dos manchas planas, junto a grabados incisos y tizonazos aislados. Al final de la sala se observan grabados digitales formando retículas y tizonazos aislados. En el suelo aparecen improntas de dedos, posiblemente humanos, y de pezuñas, junto a numerosos carbones.
La Galería del Chipichondo es una lateral ascendente situada en un nivel superior a la Rampa de Palomera, que contiene muestras de arte rupestre con varios paneles de grabados, la única pintura roja del complejo y un relieve zoomorfo. Los grabados se caracterizan por finos trazos incisos y de tipo "macarroni" que representan zigzags, retículas, retiformes y líneas paralelas. La pintura roja está formada por una mancha amorfa existente en el último tercio de la galería, próxima al relieve. Éste representa una gran figura zoomorfa, posiblemente un toro-bisonte, de 180 cm de longitud por 90 cm de altura, con incisiones a modo de hueco grabado con formas de hachas de talón.
GALERÍA DE LOS GRABADOS Y GALERÍA MACARRONI
La Galería de los Grabados se encuentra en el nivel superior de la Sima Dolencias y se caracteriza por ser un conducto serpenteante, cómodo y seco, cuya importancia arqueológica fue detectada en 1956, también existen numerosos "graffitis" de los pioneros que la exploraron a mediados de siglo. Los grabados rupestres se localizan en el interior de la galería, en donde no aparecen vestigios materiales. Se caracterizan por estar incisos con instrumentos finos o romos o hechos con los dedos tipo "macarroni". Los temas representados son las retículas, líneas paralelas, arboriformes, "cabañas" y trazos aislados, mientras que existen dudas sobre la cronología de una figura zoomorfa. Al final de la galería se documenta una retícula pintada en negro.
La Galería Macarroni se localiza a 150 m al W de la Sima
Dolencias, en un nivel superior a la Galería del Teléfono. Se trata de una galería ascendente con el suelo concrecionado y un gran conducto de techo. Los grabados están delimitados por tizonazos y son de tipo "macarroni", los temas representados son líneas, círculos concéntricos, serpentiformes, espirales y largos zigzags, junto a tizonazos aislados. También aparecen varios "graffitis" y rasponazos modernos que destruyen parcialmente los grabados, debido a la estrechez de la galería y al tipo de grabados, incisos en la arcilla blanda.
VÍA SECA
Se trata de una zona laberíntica que se desarrolla en un nivel superior a la Galería Principal, a unos 500 m de la entrada. En esta zona apareció el esqueleto de un individuo de la Edad del Hierro que se perdió en la cueva. Junto a sus restos óseos apareció una fíbula de bronce, el broche del cinturón, también de bronce, y la cinta de cuero del mismo, cuyas tipologías se enmarcan cronológicamente a mediados del siglo VI a. C. También se conserva una represa artificial, hecha con barro y fragmentos de estalactitas rotas, que construyó para embalsar el agua que rezumaba de unas estalactitas.
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Cinturón de Bronce
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Fíbula y Broche de Bronce
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CUEVA DE SAN TIRSO Y SAN BERNABÉ
El conjunto de la Ermita de San Tirso y San Bernabé destaca como punto de referencia de una actividad artística popular, sin grandes ambiciones pero de especial interés. La ermita es semi-rupestre con una nave y altar. Los elementos más antiguos se corresponderían con la bóveda de cañón apuntada de la cabecera, posiblemente del siglo XIII. En el interior de la ermita aparece representado el martirio de San Tirso, así como varios de los milagros de los santos, que muestran un interesante arte popular de los siglos XVIII y XIX.
Mención especial merece el enterramiento situado en el exterior de la Ermita de San Tirso y San Bernabé. El cuerpo se localiza, semidescubierto, en una grieta de la roca caliza, con lajas de cubierta, que posiblemente se corresponda con algún eremita. Del interior se recuperaron varias inhumaciones que se encuentran actualmente depositadas en uno de los silos. Estos elementos hablan de un importante foco eremítico.
En el interior, en la Galería de los Silos, también se observan evidencias de arte rupestre postpaleolítico. En varios puntos se han localizado restos humanos, probablemente todos ellos de época medieval.
La otra entrada de San Bernabé da acceso a la Sala del Concejo, en la que se reunían los miembros del ayuntamiento de la merindad, cuya construcción data de 1885, aunque las reuniones se han constatado desde 1616, anteriormente se reunían en torno a una encina situada en el Alto Concha. En 1924 el ayuntamiento se trasladó a Cornejo de Sotoscueva. En esta cavidad también estaba ubicada la cárcel de la merindad.
CUEVA DE KAITE
Presenta un amplio portalón, separado del resto de la cavidad por un muro, hoy concrecionado. En un sector intermedio de la cavidad, tras un nuevo estrechamiento, se localizaba el sector de inhumaciones y en la zona profunda las evidencias de arte rupestre.
El santuario de Kaite II, estudiado por J.L. Uríbarri y C. Liz, constituye una de las estaciones de arte rupestre más significativas. Muestra una evolución artística que va desde el naturalismo, representado en la cierva con cría, hasta el esquematismo de las representaciones zoomorfas, definido por los elementos rectos relacionados con el arte Eneolítico de la Cultura Dolménica.
Presenta 21 paneles de grabados con tres técnicas diferentes: una con trazos digitales tipo "macarroni" para elementos envolventes y signos abstractos, otra de trazos finos e incisos de las figuras zoomorfas y el raspado de las figuras esquemáticas, con paralelos con los ciervos de la Sala de la Fuente. Representan a figuras zoomorfas exclusivamente de cápridos y cérvidos que miran a la izquierda y tienen un alargamiento de las extremidades y cuello. Son figuras estáticas, asociadas entre sí o con signos, algunos envolventes, formando posibles escenas de fecundidad. También hay un panel de pinturas con representaciones esquemáticas de una figura antropomorfa junto a un zoomorfo, formando una posible escena de caza o domesticación.
CUBÍA
Su galería de acceso también constituyó un importante hábitat durante la prehistoria. Tras un estrechamiento, presenta en su interior cinco grupos de paneles de grabados. Estos son principalmente de tipo "macarroni", hechos con los dedos y palos sobre la arcilla blanda, e incisiones finas. Predominan los temas lineales multidireccionales (a los que se superponen "graffitis" modernos), zigzags, trazos paralelos serpentiformes, curvas y multitud de líneas paralelas, así como retículas, círculos y "cabañas". Al final de la cavidad, en una galería inferior, existen finos grabados incisos, que representan un gran zigzag, "cabañas", círculos, trazos aislados y un posible antropomorfo femenino.
VILLALLANA
En la Sima Villallana se localizan dos yacimientos de importancia: una galería sepulcral en su nivel superior y restos humanos y líticos en las zonas temporalmente activas.
La galería sepulcral está en relación con una antigua entrada, actualmente colmatada, localizada a pocos metros de la Sima Villallana. En su interior aparecen restos humanos, cubiertos por gruesos cantos rodados de río, junto con algunos elementos cerámicos y metálicos, actualmente en estudio. En las paredes también se localizan unos abigarrados paneles de grabados, entremezclados con zarpazos de murciélagos.
En el nivel inferior se localizan multitud de restos de industria lítica paleolíticos, probablemente relacionados con los que también aparecen a lo largo de la Galería del Aburrimiento, aunque en Villallana parecen ser más abundantes. Los restos humanos, actualmente en estudio, podrían corresponder al Paleolítico medio.
más información en Documentos sobre Arqueología en Ojo Guareña en formato PDF
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