La cavidad se desarrolla en las calizas y calizas dolomíticas del Coniaciense, en las que el río Ebro se ha abierto paso de forma espectacular, formando el Cañón del Ebro.
El amplio portalón de entrada se resuelve en un laminador que, finalmente, se convierte en un largo meandro. Al alcanzar los primeros lagos, la galería comienza a alternar los sedimentos arenosos con las zonas anegadas, hasta que el eje principal acaba por sifonarse.
Mas información: http://www.espeleogaem.org
Archivo y Catastro del G. E. Edelweiss.
Osaba 1979. Nolte 1972b y 1979. Corchón 1987, 1988a y 1989. Arch.
Grupo Espeleológico Edelweiss: Grandes Cavidades Burgalesas , Kaite 6, 219 pp. 1992.
Federación Madrileña de Espeleología. EspeleoMadrid 8, 2018.