La cavidad se localiza en la base de un escarpe a los pies de una tierra de labor. Tras descender desde el páramo un portillo, una senda poco marcada que discurre pegada al farallón calizo acerca hasta la boca de entrada a la cueva. Su acceso de escasa altura nos sitúa en una gran sala descendente que se va haciendo más angosta hasta prácticamente volverse impenetrable. Allí una estrecha gatera nos da paso a una nueva galería que pronto termina y a nueva sala con rica litogénesis donde finalizará la cavidad. Habremos recorrido un total de 255 m y un desnivel de -13.
Las primeras exploraciones y su topografía fueron realizadas en 1963 por un equipo mixto del G. E. Edelweiss de Burgos y el G. E. Gulmort de Córdoba durante la campaña de exploraciones denominada Alto Ebro.
Archivo y Catastro del G. E. Edelweiss.