La cavidad presenta una morfología similar a otras existentes en la zona. Un pequeño pozo inicial de 10 m nos sitúa en una galería que pronto nos conduce sobre un segundo pozo de 5 m que da acceso a dos galerías de amplias dimensiones en las que sobresalen las grandes cantidades de áridos de arrastre en superficie. Serán estos áridos los que acaben colmantando las galerias haciendolas impenetrables. El desarrollo total de la cavidad asciende a 300 m y un desnivel acumulado de -30 m.
La cavidad fue explorada y topografiada por un equipo del G. E. Edelweiss en 1989.
Archivo y Catastro del G. E. Edelweiss.