Catálogo de Cuevas
Cavidad conocida desde siempre por la gente del lugar al ser visible desde el camino de acceso a Peña Amaya. Se trata de la más grande de este macizo con un desarrollo de 154 m y un desnivel de +6/-2 m. La primera exploración fue realizada por el G. E. Edelweiss en 1955. En 1976 el Grupo Espeleológico Gacela topografió la cavidad y en 1983 el Grupo Espeleológico Niphargus realizó una nueva topografía. Posteriormente en 2020 en el marco de una jornada de formación un equipo del G. E. Edelweiss topografía de nuevo la cavidad levantando el plano actual de la cueva.
Situada en la base del cortado de Solacueva, en el cinto inferior, es una cueva seca y muy cómoda, con una anchura media de 1,5 a 2 m y una altura que oscila entre 2 y 5 m, de trazado bastante homogéneo y horizontal que finaliza en un pequeño pozo de 7 m que da acceso a una pequeña sala donde abundan las formaciones. Su dirección predominante N-S es paralela a una gran fractura que se encuentra al Oeste a poca distancia.
La cavidad discurre por debajo y muy cercana al poblado prerromano, circunstancia que sin duda fue aprovechada de algún modo por los antiguos pobladores del lugar.
Archivo y Catastro del G. E. Edelweiss.
30 de años de exploraciones (1951-1980), Memoria del Grupo Edelweiss. Excma. Diputación provincial de Burgos. 1982.
Archivo del G. E. Niphargus.
Rioseras, M.; Antón, T.; Martínez, R.; Benito, F. (2022): Cavidades de Peña Amaya (Las Loras), Cubía 27 Boletín del Grupo Espeleológico Edelweiss, 38-47.