Un pequeño salto de 3 metros en su pequeño pozo de entrada nos sitúa en una única sala con algunas bonitas formaciones. De la misma tras una gatera nos sitúa de nuevo en el exterior.
Destaca la profusión de raíces en la parte final de la cavidad, así como los restos arqueológicos descubierto en la misma y que ya fueron publicados por Santolalla en 1926.
Archivo y Catastro del G. E. Edelweiss.
Yacimiento publicado en Santolalla 1926.