Cavidad de desarrollo vertical cuyo acceso en pozo no sitúa en dos verticales de 7 y 31 metros respectivamente. Tras llegar a su base, una rampa nos conduce al final de la cueva a -38 metros en donde se pierde un pequeño regato de agua volviéndose impenetrable. La exploración y topografía corrió a cargo de un equipo mixto formado por integrantes del G. E. Edelweiss y del grupo STD de Madrid en 1980. Posteriormente en 2020 un nuevo equipo del G. E. Edelweiss revisa la cavidad sin localizar continuidad aparente.
Archivo y Catastro del G. E. Edelweiss.