La gran dolina de acceso visible desde la cercana carretera fue abierta mediante maquinaria pesada con la finalidad de retirar los restos de dos represaliados de la Guerra Civil Española. Un monolito en su parte superior recuerda este triste hechos de la historia de nuestro país.
Su boca nos sitúa sobre una pequeña galería que mantiene un nivel de agua de 1 m de altura en promedio gran parte del año. Tras superarlo, un resalte nos sitúa sobre la continuidad de la galería donde miembros del Foro por la memoria lograron recuperar los cuerpos de dos individuos. Uno de ellos se logró identificar siendo Rufino Balbás. Al fondo de este lugar la cavidad se vuelve impenetrable como consecuencia de la acumulación de lodo. Su desarrollo es escaso, con un total de 29 m.
más info en: http://www.aranzadi.eus/fileadmin/docs/Munibe/2014269288AA.pdf
Archivo y Catastro del G. E. Edelweiss.
Francisco Etxebarria, Fernando Serrulla y Lourdes Herrasti. Simas, cavernas y pozos para ocultar cadáveres en la Guerra Civil española (1936-1939). Aportaciones desde la Antropología Forense. MUNIBE. Antropologia-Arkeologia nº 65 269-288, 2014.