Bienvenido a la Web del G.E. Edelweiss

El GrlogoGEE pequeno 350x247upo Espeleológico Edelweiss (Servicio de Investigaciones Espeleológicas de Burgos) es el grupo más antiguo creado en Castilla en León y uno de los más veteranos de España. Fundado en 1951, mantiene una dedicación exclusiva al estudio del Karst de la provincia de Burgos, fundamentalmente a las zonas de Atapuerca, Ojo Guareña, Montes de Valnera y Monte Santiago-Sierra Salvada.
Vinculado desde 1954 con la Excma. Diputación Provincial de Burgos, departamento de Cultura, quien patrocina y promociona sus actividades. La sede y archivos se encuentran en locales de la Diputación de Burgos. Inscrito en el Registro de Asociaciones de JCyL, el grupo pertenece a la Sociedad Española de Espeleología y Ciencias del Karst, SEDECK
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El Pozo Azul y el Pozo de San Vicente

Burgos12.jpgLos Cañones del Ebro y del Rudrón son uno de los parajes kársticos de mayor belleza de la provincia de Burgos, estando incluidos en la Red de Espacios Naturales de la Junta de Castilla y León. Los citados ríos, y otros afluentes menores, han labrado unos profundos cañones entre los páramos calizos del noroeste de Burgos, por cuyo fondo serpentean sus aguas entre espectaculares meandros.

 

  Sus farallones calcáreos están plagados, aparte de numerosas aves rapaces, de innumerables cavidades. El Pozo Azul de Covanera, es bien conocido por su incomparable belleza, aunque a menudo se desconoce su importancia.



situacion12.jpg

 

El lugar dejó de ser una simple zona de baño, de aguas gélidas, cuando en 1964, el buceador del Grupo Edelweiss, Joaquín Plana, inició su exploración. A pesar de lo rudimentario del material empleado, ya en 1966 había conseguido explorar sus primeros 200 metros, lo que fue ampliamente aireado por la prensa local, pues se trataba del récord del mundo de espeleobuceo. Pero el material y la técnica del buceo evolucionaron muy rápidamente en otros países, mientras que aquellos primeros intentos del espeleobuceo burgalés se convirtieron en historia.

En 1978 el G. E. Standard, de Madrid, retoma su exploración y en 1979 consiguen superar los 700 metros del primer sifón, alcanzando una galería aérea. Las extremas medidas de seguridad adoptadas hacen que la progresión sea muy lenta y sólo en 1981, tras haber recorrido 300 metros de dicha galería, inician la exploración de un segundo sifón, alcanzando en 1983 los 383 metros de inmersión.

Entre 1988 y 1991, buceadores del G. E. Gaia, de Madrid alcanzan los 780 metros de longitud en el segundo sifón, con 38 metros de profundidad, lo que complica seriamente las descompresiones y el avance, debido a que en dicha época aún se buceaba en España con aire comprimido, sin utilizar las ahora habituales mezclas de gases.

 

 

 

Pozo Azul.jpg San Vicente por Mercedes Hernando.jpg

 

  

Jason Mallison en Pozo Azul por Teca.jpg

Entre 2001 y 2004 el buceador inglés Jason Mallison, con apoyo de Rupert Skorupka, alcanza los 2.200 metros de longitud, y 70 metros de profundidad, en el segundo sifón, gracias a un nuevo avance del material de buceo, al utilizar, además de diferentes torpedos, el “rebreather”, que permite reciclar el aire expirado por el buceador, convirtiéndolo de nuevo en aire respirable. Con esa longitud se convierte en el de mayor recorrido de España, con la particularidad de que se encuentra a un kilómetro de la entrada.

En 2005, un equipo español de buceadores, de las más diversas procedencias: Asturias, Cantabria, Vizcaya, Guipúzcoa, Navarra, Barcelona,.. con apoyo del G. E. Edelweiss, ha retomado una nueva topografía de precisión de El Pozo Azul. La nueva planimetría ya avanza, poco a poco, por el segundo sifón, cuyo origen tal vez tenga mucho que ver con la Hoya de Huidobro, aunque su extremo aún dista de la misma varios kilómetros.

No lejos de allí, en término de Pesquera de Ebro, el mismo grupo de buceadores ha emprendido, desde 2004, la exploración y topografía del Pozo de San Vicente, en la margen derecha del Ebro, que también se está revelando como uno de los más importantes sifones de España, al haberse explorado cerca de 400 metros pero con una gran profundidad que alcanza los 70 metros de desnivel, lo que complica sensiblemente el avance.

Conviene recalcar que la exploración de estos sifones sólo debe realizarse por buceadores con una gran experiencia, pues el riesgo, en caso de preparación insuficiente o de material inadecuado es grande, como lo prueba el hecho de que ya hace años que se produjo un accidente mortal en El Pozo Azul. Una visita a ambas surgencias kársticas debe complementarse, forzosamente, con un recorrido por los citados cañones del Ebro y del Rudrón, así como por los núcleos rurales que jalonan sus cursos, lo que seguro que dejará un recuerdo imborrable en quienes no conozcan la zona.

Fotografía Archivo G.E. Edelweiss, Mercedes Hernando y Teca.