Se abre al público una réplica exacta de la cueva francesa de Chauvet, que permite recrear la experiencia de visitar una gruta con pinturas de hace 36.000 años sin dañar la original.
La cueva fué declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en julio pasado. Está cerrada desde su descubrimiento, hace algo más de 20 años, cuando el Ministerio de Cultura francés ordenó clausurarla al comprobar que las visitas la iban a deteriorar.
A sólo tres kilómetros de donde se encuentra la original, la cueva ha sido replicada al más mínimo detalle. Se ha realizado una copia absolutamente idéntica, un clon perfecto. Todo se ha reproducido exactamente igual, al milímetro. Las estalactitas, las concentraciones calcáreas, los cristales, la rugosidad de las paredes, el agua que resbala por algunas piedras, las 52 tipos distintos de roca, los agujeros, los arañazos dejados en la piedra calcárea por los zarpazos de los osos que hibernaban en ella, los 550 huesos de esos animales... Y, por supuesto, las pinturas rupestres.
Nota extraída de la edición digital de EL MUNDO 26/04/2015
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