El Ayuntamiento de Burgos ya ha recibido el informe del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) en el que clarifica que los problemas estructurales que desde hace más de una década vienen sufriendo algunos edificios del barrio burgalés de Villatoro son consecuencia de la karstificación de los yesos sobre los que se asientan, en algunos casos inadecuadamente. Además, el informe concluye que esa karstificación se ha acelerado debido tanto a los bombeos realizados desde algunos sótanos, como a la rotura de algunas conducciones de agua y al desvío de otras. En conjunto, todos estos motivos han incidido en un incremento de la circulación de las aguas subterráneas que disuelven las rocas, especialmente el yeso que es una de las más solubles, generando conductos cada vez de mayor sección hasta que finalmente se producen ajustes del terreno que pueden acabar en colapsos si no se toman medidas correctoras.
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