FUENTE AZUL. HORTIGÜELA. BURGOS.
ASPECTOS GEOLÓGICOS Y MORFOLÓGICOS
Fuente Azul se localiza en un paquete de calizas masivas del Cretácico superior marino que abarca los pisos más recientes del mismo: Turoniense medio y superior, Coniaciense, Santoniense y Campaniense. En la geografía regional se suele corresponder con los escarpes característicos del Valle del Arlanza.
Estas calizas reposan sobre un paquete de calizas y margas, también del Cretácico superior, que abarca a sus pisos más antiguos, desde el Cenomaniense hasta el mismo Turoniense medio en que se produce el cambio en la litología de los materiales. Este paquete, fundamentalmente margoso, se corresponde localmente con los taludes que se desarrollan entre los escarpes y los fondos de valle y suele actuar como substrato impermeable, salvo en los delgados niveles calcáreos en los que pueden localizarse pequeños acuíferos colgados.
La Sierra de las Mamblas, en la que se localiza el fenómeno que describimos, está afectada por grandes pliegues de la cobertera mesozoica, de dirección NO-SE, paralelos a las fallas que afectan al zócalo paleozoico. Fuente Azul se localiza en el borde meridional de uno de estos pliegues, en concreto un anticlinal con su flanco SO muy verticalizado y su flanco NE sensiblemente horizontal, seccionado localmente por el río Arlanza. En el flanco NE se abre el conducto subhorizontal de Covanegra y, a muy pocos metros, en el flanco SO, el conducto vertical de Fuente Azul (ver foto al final del artículo).
En concreto la entrada más visible de Fuente Azul, por la que surgen las aguas, se abre en una junta de estratificación, con un buzamiento próximo a los sesenta grados, mientras que a pocos metros se abre otra entrada excavada a favor de un plano de falla vertical, con desplazamiento horizontal, que corta ortogonalmente a los estratos calcáreos. En el cruce del plano de falla y de un segundo plano de estratificación (al E del anterior) se abre precisamente el pozo de entrada, una pileta de apenas 7 metros de profundidad desde el nivel de las aguas. El resto del conducto parece ajustarse a las directrices tectónicas regionales que a su vez influyen en las direcciones de la mayoría de las cavidades topografiadas en la zona (ver plano al final del artículo).
El pliegue en rodilla, en el que se localiza Fuente Azul, parece estar afectando no solamente a la parte vertical del conducto, sino también al tramo subhorizontal, probablemente porque ya a esa profundidad (más de 100 metros por debajo del cauce del río Arlanza) el pliegue pierde la verticalidad y vuelve a ser predominantemente horizontal. Eso implicaría no sólo el cambio brusco desde la horizontalidad hasta la verticalidad total, sino también el cambio en la morfología de las secciones. Las del tramo horizontal, de formas elipsoidales, se adaptarían a la junta de estratificación, mientras que en el tramo vertical estarían más influenciadas por la falla que corta al plano de estratificación.
El pliegue en rodilla, en el que se localiza Fuente Azul, parece estar afectando no solamente a la parte vertical del conducto, sino también al tramo subhorizontal, probablemente porque ya a esa profundidad (más de 100 metros por debajo del cauce del río Arlanza) el pliegue pierde la verticalidad y vuelve a ser predominantemente horizontal. Eso implicaría no sólo el cambio brusco desde la horizontalidad hasta la verticalidad total, sino también el cambio en la morfología de las secciones. Las del tramo horizontal, de formas elipsoidales, se adaptarían a la junta de estratificación, mientras que en el tramo vertical estarían más influenciadas por la falla que corta al plano de estratificación.
Se trata de una surgencia clásica vauclusiana, con un claro régimen ascendente de las aguas, desde niveles profundos, probablemente desde un pequeño acuífero cautivo, hasta alcanzar el nivel de base local, aprovechando para ello la propia falla. La infiltración de las aguas se habrá desarrollado en la propia Sierra de las Mamblas, alcanzando esa profundidad precisamente por la acción del pliegue citado, unida a una insuficiente fisuración de la roca dado que, de lo contrario, se habrían excavado conductos subhorizontales por los que las aguas habrían buscado el nivel de base del propio río Arlanza, el caso más habitual en un macizo kárstico.
ETIMOLOGÍA
La denominación de conducto vauclusiano proviene del emplazamiento epónimo La Fontaine de Vaucluse, cuya espectacularidad ha propiciado el nombre del departamento de Vaucluse, en La Provence francesa, así como de todas las surgencias de estas características geomorfológicas existentes en el mundo. En crecidas puede alcanzar un débito superior a 100 metros cúbicos por segundo, siendo el nacimiento del río conocido como La Sorgue.
El conducto ascendente de La Fontaine de Vaucluse ha sido explorado, mediante un pequeño submarino teledirigido, hasta una profundidad de -315 metros (-308 m a partir de la cota 0 del "sorgómetro", una especie de regleta de 25 metros de desnivel instalada el 17 de noviembre de 1869 aprovechando una gran sequía). El ingenio submarino, llamado "Modexa 350" tocó fondo el 2 de agosto de 1985, vislumbrando en esa cota dos galerías horizontales, aún sin explorar, por las que provenían las aguas. Poco antes, el 9 de septiembre de 1983, el buceador aleman Jochen Hasenmayer había alcanzado la profundidad récord, por aquel entonces, de -205 metros.
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ESQUEMA BÁSICO
ESQUEMA SOBRE ORTOFOTO (clik sobre la ortofoto para ampliar)
ESTRATIGRAFIA
BIBLIOGRAFÍA
Interpretación estratigráfica según lo descrito en el texto. |
BIBLIOGRAFÍA
Instituto Geológico Minero de España (1978): Mapa Geológico de España, Serie Magna, a escala 1:50.000, nº 277, Salas de los Infantes.
Goepfert, Yvette (2004): Fontaine de Vaucluse, Editions AIO, 36 pp.