Cuevas de Curtiveranos y Araos
El sector más elevado de la Sierra Salvada corresponde a la provincia de Álava, si bien la divisoria provincial, por el Oeste, discurre por el borde de los escarpes que se elevan sobre el Valle de Angulo, concretamente en los términos de Haedo de Angulo y Encima de Angulo, ambos pertenecientes al municipio burgalés del Valle de Mena. En estos cortados se localizan las bocas de entrada de un buen número de cavidades, por lo general de difícil acceso.
La más conocida es la alavesa Cueva de San Miguel el Viejo, situada a pocos metros del límite provincial, a la que se accede cómodamente desde la cumbre del Puerto de Angulo, bordeando el escarpe. En ella nace el río de San Miguel que poco después se precipita por el cortado formando un espectacular salto de agua, visible desde la carretera y desde el Valle de Angulo. En sus inmediaciones se localizan los restos de una antigua ermita del mismo nombre, así como de una vieja lobera. Desde 1966 es utilizada como abastecimiento de aguas por los vecinos de Quincoces de Yuso. La aparente facilidad de exploración en sus primeros cientos de metros, no debe hacernos olvidar que las crecidas de su río subterráneo son muy violentas y que ya costaron la vida a un excursionista que se adentró en la cavidad sin equipamiento adecuado, por ello no será esta una de las cavidades que propongamos visitar.
Si continuamos bordeando el cortado por encima de la cavidad pasaremos, un poco más al Este, por encima de Cueva Araos. Sus dos bocas de entrada superpuestas se localizan justo en un acusado entrante del escarpe, a cuya base se puede acceder, con mucha precaución, por un sendero localizado unos cien metros más adelante, aprovechando una interrupción del mismo. Desde sus entradas se domina buena parte del Valle de Angulo y con equipamiento adecuado pueden recorrerse con cierta comodidad sus 300 metros de desarrollo.
Félix Murga descubrió en ella, en 1972, un importante yacimiento arqueológico de la Prehistoria reciente, del que existen restos depositados en los museos de Burgos y Álava, por lo que no debe ser alterado.
Continuando por el borde del mismo cortado durante cerca de tres kilómetros se localizan las dos bocas de entrada a la Cueva del Hayal de Curtiveranos, localizadas en ambos extremos de un enorme túnel natural de más de 400 metros de longitud, con alturas que llegan a superar los 20 metros, que es fácilmente transitable. La entrada burgalesa se abre en la base del cortado y no cuenta con un acceso cómodo, por lo que es mejor buscar primero la entrada alavesa.
El Portillo del Aro permite acceder cómodamente desde los pueblos alaveses de Salmantón y Añés hasta la parte alta de Sierra Salvada, lugar donde los ganados suelen pastar en libertad durante la mayor parte del año. Justo al alcanzar la cumbre un portón metálico impide la bajada del ganado hacia el valle. Desde aquí, el camino se interna en el Hayal de Curtiveranos en dirección a unos refugios pastoriles conocidos como Kobata, aunque a los pocos metros, un amplio sendero conduce en apenas 100 metros hasta la entrada alavesa de la cavidad, permitiéndonos un fácil acceso por el interior hasta la base del cortado en donde nuevamente las vistas sobre el Valle de Angulo y la Sierra de la Carbonilla son inmejorables.
Ambas entradas son yacimiento arqueológico por lo que debemos reiterar nuevamente la obligatoriedad de respetarlo. También pueden observarse abundantes restos óseos de fauna, así como zarpazos y yacijas de oso pardo.
Ambas cavidades fueron topografiadas por el Grupo Espeleológico Alavés y más información de las mismas puede consultarse en la monografía nº 7 de la serie Kaite, titulada El Karst de Monte Santiago, Sierra Salvada y Sierra de la Carbonilla, publicada en el año 2000 por el Grupo Espeleológico Edelweiss.