En el norte de la provincia de Burgos, dentro del término de Espinosa de los Monteros, se localizan los Montes de Valnera y del Somo, que forman parte de la divisoria con Cantabria, en la singular comarca pasiega, cuyas construcciones están perfectamente integradas en el paisaje. En esta zona se alcanzan las mayores precipitaciones de toda la provincia, que han provocado una intensa disolución de la superficie, originando las más espectaculares morfologías exokársticas de Burgos. En el Pleistoceno, este hecho fue mucho más acusado y favoreció la instalación del gran aparato glaciar del Valnera, localizado principalmente entre los puertos de La Sía y Estacas de Trueba, supliendo la modesta altitud de las cumbres, con esas intensas precipitaciones en forma de nieve, motivando que sus morrenas alcanzasen las cotas más bajas de toda la Península Ibérica. Esas especiales características de las montañas del Grupo Valnera han hecho de ellas un auténtico santuario para los botánicos al localizarse en ellas plantas de origen alpino o eurosiberiano que alcanzan los Pirineos y de forma terminal a estas cumbres, mientras que otras originarias de la Cordillera Cantábrica no las rebasan, hacia el Este, localizándose bastantes plantas, además, a mucha menor altitud que en las otras montañas. Este aparato glaciar, asentado de forma permanente en todas las cumbres durante decenas de miles de años, originó la acumulación permanente de hielo en el fondo de las depresiones, que sólo era evacuado por las lenguas glaciares que recorrían los actuales valles. En menor medida, también se evacuaba mediante la infiltración de importantes caudales de agua que dieron lugar a numerosas redes subterráneas. En su interior alberga tres pozos de más de 100 metros de desnivel absoluto, incluyendo el Pozo Amable que, con sus 233 metros, es la mayor vertical absoluta de la provincia de Burgos, nuevamente sólo superada a nivel regional por algún abismo existente en Picos de Europa. El origen de estos grandes pozos suele estar motivado por la acumulación exterior de hielo y nieve sobre alguna fractura vertical que favoreció la lenta pero continua infiltración del agua por el mismo punto. Estas cavidades albergan varias especies endémicas de gran interés que están siendo estudiadas desde hace años por especialistas del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid. La Torca de los Morteros y la Cueva de Imunía
El Grupo Espeleológico Edelweiss comenzó, en 1975, sus trabajos en la zona, iniciando en 1979, junto con el madrileño Grupo Standard (posteriormente STD) los trabajos en el Sistema Torca de los Morteros-Cueva de Imunía, localizado cerca de la divisoria provincial a pocos metros del Puerto de La Sía. Con sus 453 metros de desnivel, pronto se configuró como la cavidad más profunda de la provincia, tan sólo superada a nivel regional, años después, por las grandes redes de Picos de Europa.
Sus cursos de agua, inicialmente de vergencia natural hacia el río Trueba, son capturados subterráneamente por la cabecera del Gándara, por lo que finalmente acaban por engrosar la vertiente cantábrica.
Si bien la Torca de los Morteros tan sólo es asequible para espeleólogos experimentados (en la década pasada tuvimos que encabezar un espectacular rescate de un espeleólogo atrapado por una súbita crecida), la Cueva de Imunía, abierta en el fondo de una gran dolina, permite un pequeño paseo por el nivel superior del sistema, remontando el pequeño curso de agua que proviene de una galería localizada a la derecha de su boca de entrada.
La Torca de los Morteros y C. de Imunía
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- Escrito por M. Martín y M. Rioseras
- Categoría de nivel principal o raíz: Karst de Burgos
- Categoría: Rutas espeleológicas
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