perf_ubu_tPresentamos a continuación un trabajo de la Universidad de Burgos titulado “Reconocimiento Geofísico mediante Tomografía Eléctrica en el municipio de Campino de Bricia para la localización de formaciones acuíferas en la implantación de una captación de agua”. Trabajo que ha sido realizado por Dr. José Ángel Porres Benito del Área de Ingeniería del Terreno del Departamento de Construcción Arquitectónicas e I.C.T. y al que agradecemos su autorización para su publicación en nuestra web.

Este método de prospección geofísica ha sido utilizado por nuestra compañera Ana I. Ortega para la elaboración de su tesis doctoral sobre la “Evolución geomorfológica del karst de la Sierra de Atapuerca” demostrando su validez con una correcta interpretación. Para una adecuada comprensión del citado trabajo a continuación exponemos una breve descripción del Karst de Orbaneja y Páramo de Bricia en donde se sitúa la localidad de Campino.

El Karst de Orbaneja y Páramo de Bricia está instalado en un banco de calizas y calcarenitas de Turoniense medio-superior y Conienciense (2) que descansa sobre un estrato impermeable de calizas arcillosas y margas (1). Estos paquetes se disponen horizontalmente estando apenas deformados y solamente afectados por una falla de desplazamiento lateral de dirección N100E que recorre el sur de la depresión de Campino (3).

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Desde el punto de vista geomorfológico se nos muestra una superficie de erosión que se encuentra delimitada al sur por el cañón fluviokárstico del río Ebro y al este por la gran depresión del Área Tectónizada de Zamanzas. Hacia el norte y oeste nos encontramos el límite con Cantabria.  La erosión ha arrasado los materiales margosos del Santoniense quedando un relieve residual que queda reflejado en las suaves lomas que ondulan la superficie del páramo. Producto del proceso erosivo, hoy en día, queda como testigo, una red hidrográfica colgada e inactiva que conduce hacia el Ebro, el cual circula a cientos de metros por debajo de la superficie del páramo.

La actual red hidrográfica tiene un carácter endorreico, es decir, en lugar de conducir el agua hacia el Ebro, las corrientes de agua se sumen en un sinfín de dolinas y varios sumideros que se abren en la superficie calcárea. Dolinas de todos los tamaños pero mayoritariamente elipsoidales, de embudo, y parcialmente rellenas con sedimentos arcillosos producto de la pretérita erosión.

Un ejemplo de esa circulación endorreica que se pierde por sumideros es la Cueva del Aguanal, pero no es el único caso, por lo que no se puede atribuir el calificativo de “cabecera” a esta cueva. Es TODA el área del páramo la que actúa como superficie de recarga de un acuífero, presumiblemente con una circulación kárstica de carácter vadosa, que descarga al Ebro principalmente en la Cueva del Agua de Orbaneja y con muchas posibilidadas, de que las cuevas del Nispero, Barbancho y Socueto, funcionen como trop-plein.

El trabajo del Dr. Porres, reconoce la existencia de varios conductos llenos de agua al suroeste de la localidad de Campino de Bricia, a una profundidad de 45-50m de la superficie, desarrollados en el contacto litológico, con mucha seguridad, provenientes de la Cueva del Aguanal, pero también se muestran otros muchos otros conductos, rellenos de arcillas y varias fracturas, que pueden estar asociadas a la falla que limíta por el sur la gran llanada de Campino, y que desconocemos su papel hidrogeológico.

 

También reconoce unas formaciones acuíferas, al noreste de Campino, en materiales detríticos que apoyan sobre materiales calcáreos pero con una disposición estructural sometida a fallas y plegamientos. Se nos abre otra incógnita ¿podría haber una transferencia hacia el aparato kárstico que conduce al Cañón del Ebro?

El trabajo, de extensión lineal, tenía como finalidad, la búsqueda, de agua para aliviar las necesidades del Pueblo de Campino. Desgraciadamente el método no tiene la precisión como para asegurar que una perforación “pinche” de lleno en las galerías por donde circula el agua. Y lamentablemente, tampoco se dispone de una adecuada topografía que corrobore la posición exacta de los conductos.

En el caso del modélico trabajo realizado por la Dra. Ana I. Ortega se ha demostrado que el binomio topografía-tomografía usado para explicar la evolución del karst de Atapuerca son herramientas complementarias puesto que la tomografía, siempre sujeta a una correcta interpretación, prolonga la “visión” que nos ofrece la topografía, y resuelve algunas de las incógnitas que se plantean en aquellos puntos en los que es imposible la progresión, en el caso de Atapuerca, por acumulación de rellenos.

En definitiva, el trabajo del Dr Porrés, tiene un ámbito y un fin muy concretos, y el intento de extensión al resto de karst del Páramo de Bricia, no hace más que despertarnos nuevos interrogantes.

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