El libro Atapuerca 40 años inmersos en el pasado, cuyos autores son Eudald Carbonell y Rosa M. Tristán ha visto recientemente la luz de la mano de RBA Libros, editora de National Geographic en España. La presentación en Burgos tuvo lugar el pasado día 1 de marzo en el Museo de la Evolución Humana. Eudald Carbonell es arqueólogo, colaboró con Emiliano Aguirre desde la primera campaña de excavaciones de 1978 y desde 1991 es codirector del Equipo de Investigación de Atapuerca, junto con Juan Luis Arsuaga y José Mª Bermúdez de Castro. Rosa M. Tristán es periodista especializada en divulgación científica y ambiental. Ambos son los autores de esta obra en la que “repasan con exhaustividad y contagiosa fascinación la historia del yacimiento, sus claves y su relevancia, los detalles de su formación y de los trabajos que en él se han realizado y se realizan, y nos sumergen en un mundo prehistórico que detallan con tanta precisión que llega a hacernos sentir parte de él”, tal y como refleja una de las solapas del mismo.
Desde el Grupo Espeleológico Edelweiss comprobamos con orgullo como son numerosas las referencias a nuestra labor, hasta 20 según refleja el índice analítico, aparte de las abundantes referencias particulares a algunos de los diferentes miembros del Grupo que más se han implicado en el proyecto desde sus orígenes.
De manera especial, estas citas son frecuentes al referirse a la documentación histórica recopilada y publicada por nosotros en diferentes números de Cubía, así como en el libro Cuevas de Atapuerca, una visión de la mano del Grupo Espeleológico Edelweiss. Igualmente a nuestra participación en el descubrimiento de varios de sus principales yacimientos arqueológicos, tales como el Yacimiento Trinchera (Galería y Dolina) en 1962, el Abrigo del Mirador (1970), la Galería del Sílex (1972), la Sima de los Huesos (1976), la Cueva de los Zarpazos (1978) o, más recientemente, al llamar la atención sobre la previsible importancia de dos de sus yacimientos que permanecían sin excavar hasta esta última década como la Galería de las Estatuas o Cueva Fantasma. Otras citas hacen referencia al hecho de que, en décadas pasadas, fuimos el único colectivo que veló por la salvaguarda de los yacimientos y que en enero de 1973, impidió que la expropiación de la Sierra de Atapuerca para dedicarla íntegramente a uso militar, afectara al término municipal de Ibeas de Juarros, donde se localizaban la mayoría de los yacimientos entonces conocidos. Paralelamente desde nuestro Grupo se inició el procedimiento para declarar a todo el conjunto Monumento Histórico Artístico, los actualmente denominados BIC. Igualmente se reproduce a doble página una de las últimas versiones de nuestro plano de conjunto del Sistema Cueva Mayor-Cueva del Silo y de las cavidades de la Trinchera del Ferrocarril, en donde se ubican la mayoría de los yacimientos que actualmente son objeto de investigación.
Por dicho motivo, libros como éste, fieles a los reconocimientos de la labor actual, pero también de la pasada, son gratificantes para nosotros y recomendamos su lectura.